Sus mayores efectos se centran en nuestro aparato locomotor.

Su acción más importante es la de tonificar sobre todo en caso de convalecientes, agotados, depresivos e incluso ancianos, devolviendo la vitalidad. Las fricciones con su esencia tienen un gran efecto estimulante en caso de hipotensión o de agotamiento físico..
Pero entre sus propiedades de uso externo, las más conocidas son la de antirreumática, antiinflamatoria (que lo hace ideal para friccionar sobre esguinces, edemas, dolores musculares o reumáticos), cicatrizante y antiséptica (estimula la cicatrización de las heridas, úlceras de la piel y eccemas).
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