domingo, 26 de junio de 2011

Aloe Vera

Ya Aristóteles le dijo a Alejandro Magno: "No existe mejor cicatrizante que el gel de aloe"

La savia de sus hojas se usa para tratar inflamaciones externas, quemaduras, cortes y heridas, picaduras de insectos, llagas, dolores musculares o reumáticos, etc. 

Una quemadura térmica profunda tratada con Aloe vera, evoluciona en 48 horas a una quemadura menor de segundo grado por la rápida regeneración de los tejidos y sin dejar apenas cicatriz. 

Penetra en las tres capas de la piel y expulsa las bacterias y la grasa que tapan los poros. Además, sus nutrientes naturales, los minerales, las vitaminas los aminoácidos y las enzimas, estimulan la reproducción de nuevas células. Es un importante regenerador celular y cicatrizante. Utilizado con regularidad, evita las arrugas prematuras y retarda las propias de la edad.


Si se utiliza mediante compresas, han de mantenerse todo el día, humedeciéndolas con gel cada vez que se sequen. Por la noche se puede aplicar una crema hidratante o simplemente aceite de oliva, pues el gel de aloe reseca la piel.


Sus efectos sobre las afecciones de la piel adquieren una acción favorable en casos de psoriasis, eccemas de la piel, acné, pie de atleta y herpes, entre otros.


El aloe revitaliza la piel, otorgándole una mayor tersura, resistencia y belleza. También se utiliza en el cuidado del cabello y de las uñas.


Precauciones: para aplicaciones sobre la piel, ha de tenerse en cuenta que aproximadamente 1 de cada 200 personas, es alérgica al aloe. Si a los pocos minutos de extender unas gotas de gel de aloe sobre la piel, aparece un ligero enrojecimiento y picor, es señal de alergia. ¡¡¡Habrá que buscar otro remedio!!!

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